Defensa individual (II). Libertad de decisión dentro de unos parámetros defensivos establecidos

Después de estructurar nuestra defensa individual, dando a nuestros jugadores las reglas básicas para su colocación y buena ejecución, vamos a darles unas premisas fundamentales con las que tratar de obtener el mejor resultado.

Lo primero en lo que hay que insistirles es que se defiende en ángulos y con las piernas, que son las que nos permiten orientar a nuestro atacante a la banda o al centro, dependiendo de cómo lo hayamos estructurado tácticamente. Las manos nos ayudan a aumentar la actividad defensiva, dotándola de intensidad, e incomodar al atacante, aprovechando sus errores. Es importante recalcarles que las manos sólo ayudan y no se defiende con ellas, ya que muchos jugadores las emplean en exceso y cometen muchísimas faltas.

También es importante explicarles el uso del cuerpo en la defensa. Tanto en las acciones de cortes a canasta como de bloqueos tienen que ganar el espacio al adversario, evitando que les ganen la posición. En los bloqueos es importante no quedarse enganchando y anticiparse, mientras que en los cortes tienen que ponerse delante y ocupar el espacio, haciendo cambiar al atacante su trayectoria.

Una vez que ya las hayan asimilado, empezamos a establecer nuestros criterios defensivos. Es bueno que, partiendo de unas normas básicas, sea el propio jugador el que tome las decisiones en función de a quién defiende, las situaciones que se producen y las que se pueden generar. No hay que olvidar que por mucho que se le insista al jugador, al final van a tener que decidir ellos en un espacio de tiempo muy limitado. Por tanto, cuantas más veces hayan sido capaces de tomar las decisiones por sí solos, más posibilidades habrá de que tomen la más acertada, siempre y cuando respeten las normas que se han establecido.

A partir de aquí, implantamos de inicio cómo defender el balón y las líneas de pase. Hay que tener claro a qué altura del campo empezamos a defender al jugador con balón y qué líneas de pase y cómo las presionamos. Además, en caso de arriesgar para recuperar un balón, tenemos que saber que detrás hay un entramado defensivo que va a protegerle la espalda al defensor, ya que si falla una vez y no encuentra la ayuda de sus compañeros, va a dejar de arriesgar y nuestra defensa puede perder intensidad.

De ahí que tengamos también que estructura nuestra defensa de ayudas. En caso de que el atacante supere al defensor, hay que saber quién es el jugador que tiene que saltar a parar el balón. La ayuda puede venir tanto de un defensor exterior como de uno interior. En función de quién sea el que pare el balón, la defensa tendrá que reestructurarse, intentando que se produzcan los menos desajustes posibles. Los defensores tienen que ser conscientes y valorar las virtudes y los defectos de los atacantes a la hora de hacer las ayudas. Para eso, es muy importante el uso de las fintas defensivas, ya que generan dudas y retrasan el ataque, facilitando que el defensor pueda recuperar con mayor celeridad.

Por Víctor Escandón Prada

Entrenador superior baloncesto Gabinete técnico JGBasket

Publicada el: 20 febrero 2013 20:31 pm en http://jgbasket.net/