Llegó la primera jornada y nos tuvimos que desplazar a Badalona, concretamente al antiguo pabellón del Joventut, una cancha con solera, para medirnos a un rival de la liga y así tomar la medida de como nos encontrábamos en el comienzo de la temporada.
Fue un partido de pocos puntos, con grandes lagunas en ataque, fruto muchas de ellas del poco tiempo que llevan juntos los jugadores y de la falta de dinámica de competición. Empezamos muy fríos y cuando ya estábamos en el partido la diferencia de una decena de puntos era difícil de salvar.
La defensa funcionó durante los tres primeros cuartos, permitiéndonos recuperarnos de los ataques poco productivos. La lucha por el rebote era brutal, siendo nuestro equipo más pequeño teníamos que cerrarlo a la perfección para no dar segundas opciones, siendo éstas definitivas en el resultado final.
Gracias a una gran presión y al único triple que metió el equipo conseguimos ponernos a 5, pero un apretón del equipo rival nos dejó a 13 ptos.
Hay que trabajar el rebote y hay que realizar más tiros exteriores, pues si bien es cierto que solo metimos un triple, no fueron muchos más los intentados. Aumentar la intensidad tanto en defensa como en ataque tiene que ser el siguiente paso para competir más fuerte en los siguientes partidos.
Gracias a la afición por su compañía y sus ánimos.